Esta es la segunda parte de nuestra entrevista con Lulú Uscanga. Encuentra la primera parte de su historia aqui.

¿Qué es lo que más te inspira en tu vida y te motiva a seguir adelante? 

El amor que le tengo a la música de Mariachi. Seguramente hay unos que piensan  que el Rock o  el Jazz es lo mejor pero yo pienso que el mejor género es el Mariachi. El estar conciente desde mi punto de vista humilde que si tengo la capacidad de cantar. Tengo una voz muy potente y amo cantar. Yo creo que el amor a la música del Mariachi, es una de las cosas que me hace decir, “Le voy a entrar aunque se vea dificil”. La oportunidad que tengo de amar, expresar, interpretar y transmitir en la música del Mariachi es lo que más disfruto.

¿Cuáles son algunas de las dificultades que has tenido que enfrentar como Mariachi? 

Me ha tocado vivir situaciones donde la gente me ha menospreciado por el hecho de ser mujer. Por ejemplo, yo siempre he considerado que mi fuerte es cantar. Hace unos años sucedió que unos muchachos estaban buscando músicos para formar un Mariachi. Fueron conmigo, y les dije, “Yo si toco bastante pero mi fuerte es cantar”. Ya me escucharon cantar y dijeron, “Bueno, si, te aceptamos”. Dijeron que íbamos a armar un Mariachi. El muchacho me dijo, “Pero oye, yo me voy a encargar de administrar el grupo”. Le dije, “Si,está bien”. Me pidió las medidas para mandarnos a hacer trajes iguales: fui con un sastre y pague para que me hicieran las medidas. Le mandé un mensaje al muchacho, le llame y nunca me contestó. Ya después con el tiempo supe que por el hecho de que yo era mujer, dijeron, “¿Cómo vamos a tener una mujer en el grupo? Además, está muy gordita. ¿Cómo crees? No se mira muy femenina.” La vida me puso enfrente otra vez a el mismo muchacho líder del Mariachi. Como él no se había agrupado, lo invitamos a tocar con el grupo en el que estoy yo actualmente. Fue con nosotros a tocar y después que me oyó cantar por primera vez me dijo, “La verdad yo tuve un prejuicio acerca de ti. Se me fueron los patos pero yo me di cuenta que quien estuvo haciendo el ambiente, cantando la mayoría de las canciones, eres tú y en verdad estoy apenado. Estoy avergonzado por la actitud que tome”.  Entonces si hay gente que por el hecho de ser mujer y ser gay, la gente tiene ese prejuicio contra mi y quieren ponerme límites. 

¿Cuáles son los emprendimientos que has iniciado en el proceso de ser Mariachi?

Yo tengo un amigo que conozco desde que llegué aquí.  Estábamos viviendo juntos, fui a comprar despensa y compré una salsa y se la di. Y al otro dia, ya se la había acabado y le dije, “Oye, en un dia te comiste toda la salsa” Y dice, “Es que no pica” entonces, al dia siguiente que fui a la tienda dije, “No, este se va a comer la salsa bien rápido”. Compre una libra de chile y de esa libra me salieron dos frascos como de 16 onzas. Entonces, le hice la salsa y se la di. 

El se puso bien contento y se la llevó al trabajo. Entonces me dice, “Oye, dicen mis amigas que les vendas salsa” y  dije, “Están locas tus amigas”. Como a los dos, tres días regresa,”Oye, dicen mis amigas que les hagas salsa”. Como ya  había hecho salsa para él, volví a hacer el mismo procedimiento, compré los mismos ingredientes. Para esto fui a comprar una caja de frascos de reserva. Hice las tres salsas que él me dijo y se las di. Cada una de las personas le dijeron a otros  y al otro día me dijo mi amigo, “Oye, ¡quieren otras seis salsas!’ y le dije, ” ¿Cómo crees?” y dice mi amigo, “Si, estan bien buenas!’ 

¿Cómo se llaman tus salsas y cómo decidiste el nombre?

Después de que hice las salsas, no sabía si podía venderlas por internet porque no sabía cómo eran. Un día me llegó el nombre de , Salsalu, porque yo me llamo Lulú. Entonces un día me senté con mi compadre, y le dije, “Compadre, quiero hacer un logo para mis salsa y quiero hacer unas etiquetas”. “No, pues sí” me dijo. Y él me apoyó a hacer el logo y las etiquetas. Yo le di la idea, originalmente le dije, me gustaría que tuviera un mariachi, con una guitarra en la mano y que tenga la salsa. El logo tiene el estado de Wisconsin y tiene un moñito que dice Madison. Esto está representando que México está en Madison. Todos los símbolos contribuyen al significado del logotipo. 

¿Cómo ha crecido tu negocio de salsas? 

El día de hoy compro 120 libras de chile, cajas de frascos, ajos, cebolla, y aceite. Cuando empecé a hacer las salsas, empecé con una y ahora tengo cinco salsas diferentes. Tengo La Macha,  La Macha Encacahuatada, La Muchos Chiles, La Muchos Chiles Encacahuatada y La Morita. He empezado ya a mandar a Iowa, California, a Ohio, a Utah, Carolina del Norte. 

Pensando en las experiencias que has tenido hasta el día de hoy, ¿Hay algo que harías diferente?

Pienso que si pudiera cambiar algo sería haber ido a una escuela profesional, específicamente a una escuela de Mariachi, pero no cambiaría nada en mi vida. Es cierto que he tropezado, en todos los sentidos: en el trabajo, espiritualmente, socialmente y económicamente, pero si no hubiera tropezado, no habría tenido el conocimiento que tengo hoy. Hay un poema que me gusta mucho. No recuerdo muy bien todas las letras, pero me gusta el mensaje que trae. Una parte dice: “Para tener lo que tengo y vivir como lo hago hoy, tuve que haber pasado por muchas cosas. Tuve que haber sufrido lo que sufrí y haber llorado lo que lloré. Porque lo que el árbol tiene hoy de flores, vive gracias a lo que ha enterrado en sus raíces”. Seguramente si no me hubiera equivocado en el pasado, no habría tenido esa experiencia. Desafortunadamente, los seres humanos rara vez aprendemos de la cabeza de otra persona. A veces la gente nos da consejos pero no los escuchamos y cometemos errores. Pero no, yo no cambiaría nada de mi vida porque si lo hiciera, perdería las enseñanzas o los conocimientos que he adquirido hasta este momento. He cometido muchos errores, pero creo que todo me ha dejado una lección para seguir adelante y hacer lo que más me gusta, que es cantar y compartir mi pasión como Mariachi con el mundo.