Rompiendo Estereotipos: La Vida de una Mujer Mariachi

Lulú Uscanga es una mujer que está rompiendo estereotipos en la comunidad de músicos, específicamente como Mariachi, ya que lleva más de quince años cantando y tocando la guitarra.
Equipo Mis Ciudades
abril 5, 2022
Comparte este artículo:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Lulú es miembro del grupo Mariachi Sol de Madison. Tenemos el gusto de compartir la historia de Lulú.

¿Cuándo te empezó a llamar la atención la música?

Yo comencé a tocar la guitarra cuando tenía diez y siete años y vivía en México. Me acuerdo cuando iba a la secundaria y tenía un maestro que se llamaba Jose del Carmen, le decían el “Pantera”, era un hombre muy chistoso. Supuestamente, él nos daba clase de ciencias sociales, pero en lugar de darnos clases, siempre llegaba con su guitarra y se ponía a tocar. Ya cuando nos daba los exámenes, no nos preguntaba nada de ciencias sociales, llegaba y nos ponía una pregunta, “¿Qué canción toque tal día?” o “Escríbeme la letra de la canción de Cielito Lindo” y ese era el examen.

¿Cuándo fue la primera vez que tuviste una guitarra?

Mi mamá siempre me daba regalos del Día de los Reyes, aun siendo ya una persona adulta. En segundo grado de secundaria, mi mamá me preguntó, “¿Qué quieres de regalo de Reyes?” y le dije, “ ¡Una guitarra!”. Y mi mama nomas se me quedó mirando así como que, “ ¡Las guitarras no son baratas!”, y me dijo, “Okay”. Yo no sé de dónde, pero mi mama consiguió y me compro una guitarra. Entonces, cuando abrí los ojos el día de Reyes, y vi la guitarra junto de mi, mi mama me dijo, “¡Felicidades!” y me dijo, “¡Ahora tócala!” y dije, “No se”. “ ¡Ay!,” me dice, “¡Yo pensé que si sabías!”. Recuerdo que mi mama me dijo, “!Pues ahora aprendes!”. Pero ella me lo dijo jugando y yo aprendí, no por lo que ella me dijo, sino porque yo quería aprender.

¿Qué retos enfrentaste al aprender a tocar la guitarra?

Había un chico en la colonia que sabía tocar guitarra y le dije que quería aprender pero me dijo, “Ni vas a aprender” por el hecho de ser mujer. En ese tiempo, yo no conocía a ninguna mujer que tocara la guitarra. Entonces, ese muchacho me enseñó el primer círculo en la guitarra, pero yo tenía ganas de aprender más y más. Por allí conseguí esas revistas que se llaman, “Guitarra Facil” que todavía existen y aprendí a transportar. El día de hoy hay músicos estudiados que no saben transportar los tonos de música. Yo aprendí a tocar en manera lírica porque seguí la revista. No sabía de teoría, solo empecé a aprender cosas sin saber.

¿Cómo comenzaste a cantar?

Al principio cantaba bien quedito porque me daba pena. Y me decían, “¡Canta más fuerte!” y decía, “¡No puedo!”. Y un día, no sé qué fue lo que pasó, pero abrí la boca y solté la voz. Todos voltearon y se me quedaron viendo y dijeron, “¡Wow!”.

Y hasta yo me quedé así, “ ¿De donde saque la voz?”. Ese día perdí el miedo a reprimir mi voz. Y lo digo sin presunción, yo tengo una voz potente.

Recuerdo que fui a un bar con mis amigos, y había un Mariachi. Y mis amigos me dijeron, “Canta con el Mariachi” y yo no quería porque estaba temblando pero canté una de mis canciones favoritas que se llama, Nube Viajera. Y los del Mariachi me aplaudieron y dijeron, “¡Canta otra, cantas bien!” Y yo, “¡No, no, no!”. Yo nunca creí que tenía buena voz pero en todos los eventos siempre me festejan por mi voz y algunas veces me dan hasta tips.

¿Cómo iniciaste tu carrera de Mariachi en Madison?

Con los años me vine a Estados Unidos. Yo llegué acá, y me encontré con las adversidades de no tener casa, ni guitarra, nada. Me fui a vivir al East donde había un señor que tocaba la guitarra y me decía, “Yo te patrocino un disco, andale, graba un disco.” Nunca quise hacerlo, porque decía, “No es para tanto”.

Después me llevó a Sauk City a vivir a un rancho y un amigo me llevó una guitarra. La gente me empezó a conocer en los ranchos y me daban dinero por cantar y tocar la guitarra.

Un dia llego mi amigo, y me dice, “En Madison, están buscando gente para un Mariachi y ya te apunte” Y yo, “¡No!, ¿cómo haces eso?”. Y me dijo, “Tienes que ir a una audición”. Y ya casi me trajo arrastrando y llegue y toque, La diferencia. La canté bien tímida y asustada pero en cuanto empecé a cantar, dijeron, “¡Pasó la audición, se queda! ¡Quédese como guitarrista, y como voz del Mariachi!”. Yo, en realidad, mi expectativa era reprobar porque nunca había hecho algo así.

Yo, en realidad, mi expectativa era reprobar porque nunca había hecho algo así. Después de ocho a nueve meses de que inicie como Mariachi, nos contrataron para un evento. Un amigo mío fue el que fundó lo que es hoy Marchi Sol de Madison. Empezamos a hacer tarjetas, distribuirlas, hacer una página en Facebook y la gente comenzó a buscarnos.

En nuestro grupo siempre llegaban y se iban músicos pero soy el único elemento del Mariachi que ha seguido permanente. Pero de ser una persona que llegó a audicionar, me convertí en el líder del Mariachi. Me encargaba de hacer contratos, conseguir los trajes, mandar a hacer instrumentos y estuve encargada de la página de Facebook durante diez años.

A través de la determinación, persistencia y pasión por aprender, Lulu pudo sobrepasar todo reto que se presentó en su camino para convertirse en la cantante exitosa que es el día de hoy.

Esta es la primera parte de nuestra entrevista con Lulú. Lee la segunda parte aquí.

Encontrar Sol De Madison en Facebook: Sol De Madison

En este articulo:

En este articulo:

Más artículos

Cómo Mantener el Enfoque
Descubre como dejar pasar al tiempo y tomar las riendas...
Cómo el CBD puede ayudar con la ansiedad durante esta pandemia
Los tiempos inciertos nos llaman a ver a los remedios...
5 Elementos para ser Exitoso: Cafecito con Julia
Ser exitoso en la vida no solo requiere cuidar de...
Rompiendo Estereotipos Parte 2: La Vida de una Mujer Mariachi
Lulú Uscanga, una mujer Mariachi nos cuenta cómo ha salido...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Quieres aparecer en nuestros artículos?

¡Nos encantaría escuchar tu historia! Escríbanos para ver cómo podemos presentar su historia en nuestra revista o nuestros artículos en línea.